Mis FJs
Mi primera Yamaha FJ, una 1.100, me la compré en 1987. Tenía por aquel entonces una Suzuki Katana 1.100. Cuando cogí la FJ por primera vez fue una revelación ¡200 en el marcador, ibas en un sofá ultrarrápido y en curvas amplias no se movía ni intentaba asesinarte como la Katana!. Inmediatamente la compré, además de que la pintura era única y espectacular.
Le hice 165.000 kms en 5 años y pico en la Península y por Europa en viajes, salidas domingueras de casi 1.000 kms. de una sentada, como moto de uso diario a la Universidad y luego a la oficina, en circuito... poco a poco fui trasformando la moto, descubrí los kits de carburación, los frenos mejores, suspensiones... Se pueden observar las diferencias de recién comprada a justo antes de venderla. Cuando vine a vivir a Tenerife me bajé con ella del ferry de Cádiz-Santa Cruz de Tenerife, el 3 de enero de 1.993.
Había tenido a la vez otras motos: GS500, RD 350, CBR 600, FZR 600... pero ya mi FJ era mi FJ y es la que que traje. Bueno, y la FZR 600 para acompañar, que vendí al año.
Ya viviendo en la isla, resulta que Yamaha tenía en stock 2 FJ1200 3CV que no había vendido. Pensando que iba a ser mejor que mi 1.100, la compré y vendí ésta. ERROR: era más suave pero menos ágil, con peores frenos que los de mi 1.100 mejorados y ese neumático 120 delantero hacía que el apoyo al frenar fuese horrible. La vendí al año y algo con 44.000 kms.
Tuve otras motos, pero siempre recordaba mi súper 1.100. La echaba de menos sobre todo cuando me trasladaba a la Península con la moto de turno para viajar: ¡cómo añoraba su comodidad, simplicidad, bajos y potencia!. Alguna estuve mirando de segunda mano, pero no me convenció.
El 2 de febrero de 2.002 tuve una mala caída bajando de Santiago del Teide. Me rompí 8 costillas y la escápula por 3 sitios. Tenía una moto manejable y ligera, con fabulosos frenos y motor, Yamaha FZS 600, una combinación explosiva en la que al final vas tan deprisa a un ritmo que te crees "normal" que simplemente no tienes tiempo de reaccionar si hay un imprevisto. A punto estuve de dejar las motos, pero 3 meses después viajé a Madrid con el único propósito de comprar otra FJ, la moto más segura que sentía que había probado jamás. (Y lo sigue siendo).
Me compré una flamante 3CV con casi 60.000 kms. Su dueño vino a buscarme en un Mercedes 190 B de 1.959 absolutamente impoluto a la estación de tren, en una localidad fuera de Madrid. Sólo entrar y que te lleven en un coche así sabes que la moto que vas a ver para comprar está perfecta.
Después de una puesta a punto general, amortiguaciones nuevas, líquidos, etc..., volvía a salir de viaje con una FJ por la Península. Y hasta hoy, 21 años después, donde he ido mejorando la moto poco a poco y suma hoy casi 340.000 kms, que no está nada mal. Salidas cada día, fines de semana rodando fuerte, circuito, viajes de verano de 10.000 kms sin parar en un mes...
En 2.009 mi amigo y compañero de viajes JC, harto de no poder poner al mismo nivel su 3XW que mi 3CV, sobre todo en agilidad, facilidad de uso y conducción deportiva, me la pasó y se compró una 3CV. Usé esta 3XW un verano, me la traje a Tenerife, la hice un revamp general y la vendí. Por mucho que le hagas una 3XW se quedará siempre al 80% que una 3CV en conducción deportiva. Sí, para viajes largos es más cómoda, vibra menos, pero es más aparatosa. Con pasajero sí es verdad que no tiene rival. Pero no es mi estilo de uso. No he vuelto a repetir con una 3XW. Aunque no me importaría la de mi amigo Carlos para tenerla en Madrid, que la tienes en el apartado de suspensiones.
En 2.013 me quedé brevemente un verano con la 3CV de JC. Unos 10.000 kms y un viaje estupendo. Por suerte para él, se arrepintió después del verano. Pero fui su dueño brevemente. Más tarde, cuando estaba vendiendo la FZ, me la iba a quedar, pero la vendió antes. Una pena, porque quería una FJ para la Península para viajar: ir y venir en ferry de Tenerife a Cádiz son 4-6 días, depende. Más desplazarse desde allí a Madrid, otro día, y volver. Mejor tener una moto allí y que me la mueva JC.
En 2.017 adquirí una 1100 que no hacían carrera con ella por los típicos desastres de los talleres (y Servicio Oficial, no unos cualquiera). Después de una profunda puesta a punto me pegué otro verano de viajes. Por motivos familiares la tuve que vender ese año. Por suerte, ha caído en manos de un amigo FJTero que la ha dejado espectacular y perfecta.
En 2.018 me compré a precio de saldo mi primera (y, hasta la fecha, única) 1TX. Estaba de desguace, la hice una pequeña puesta a punto, viajé con ella, me la traje, la desarmé entera y la monté entera... y me atropelló una furgoneta, teniendo que llevar el chasis a enderezar a Madrid. Otra vez a desarmarla entera y montarla entera.
Hice el motor de paso, porque gastaba mucho aceite, distribución, bloque, válvulas, culata... el ciclo se lo actualicé, aunque inicialmente no era lo previsto, pero se espachurró todo, y hoy suma 40.000 y pico kms. Tengo pendiente un artículo sobre el motor.
En 2.020 adquirí con mi amigo JC mi FJ peninsular. Después de (otra) puesta a punto, ésta va evolucionando pero más lentamente: llanta delantera, KN, latiguillos, bombas, Hagon delanteros, bieletaas... y poco más hasta la fecha. 2 veranos y 20.000 kms con ella sin problemas, incluido circuito.
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